LOS TÚNELES DEL CHATEAU CARRERAS

RESERVA NATURAL DEL CHATEAU CARRERAS – CIUDAD DE CÓRDOBA – ARGENTINA

LOS TÚNELES DEL CHATEAU CARRERAS

Se conocen con esta denominación, a una serie de túneles excavados en la barranca de la rivera sur del río Suquía, en la zona conocida con el nombre de «Chateau Carreras», debido a que pertenecieron a Don David Carreras, quien erigió una mansión a la que le llamaban Chateau. Mucho se ha dicho de estos túneles y poco se ha escrito. No hay acuerdo en cuanto a su origen ni finalidad. Se los ubica cronológicamente desde la época colonial hasta incluso comienzos del siglo XX. En cuanto a su función hay una mayor coincidencia en atribuirles un carácter hidráulico, aunque esta postura también tiene sus detractores, algunos con buenos argumentos.

Para aclarar estos aspectos, primero diremos que los túneles del Chateau, son dos sistemas hidráulicos bien diferenciados. El 1º es un túnel para llevar agua como fuerza motriz a un molino que existió en la zona: El molino de Don Adolfo Roqué, construído entre 1869 y 1871 (Ver Túneles del Molino de Roqué), que corre bajo la barranca del Complejo FERIAR. El 2º túnel, también hidráulico, pero proyectado para el riego de terrenos que ocupan actualmente los barrios situados entre el arroyo del Infiernillo y el antiguo pueblo de la toma, tiene dos tramos, a los que hemos denominado Túnel del Chateau propiamente dicho y Túnel de la ULA.

El llamado Túnel del Chateau, es la 1º parte del acueducto, y lo hemos bautizado así por ser el túnel de referencia cuando se ha hablado de estos túneles, por sus dimensiones y espectacularidad. El llamado Túnel de la ULA, que es la continuación aguas abajo del río del túnel anterior, ha recibido esta mención por encontrarse su acceso, en el predio de la ULA (Univ. Libre del Ambiente). De estos túneles, contamos con documentación inédita que explica su origen (Segunda mitad del Siglo XIX) y función.


EL TÚNEL DEL CHATEAU CARRERAS


INTRODUCCIÓN

Los túneles hidráulicos eran acueductos, que cumplían con la misma función que la acequia: transportar agua. Cuando un trayecto de acequia debía pasar por una elevación de terreno (Como ocurre con las barrancas ribereñas del río Suquía), se excavaban manualmente estas barrancas formando un túnel, como medio de vencer este accidente natural. La morfología de estos sistemas consiste en un túnel principal, que corre paralelo al río con una boca- toma que lo abastece de agua, y una boca de salida una vez superada la barranca. A distancias más o menos regulares, se cavaban otros túneles secundarios, transversales al principal, que abocaban al río. Estos últimos cumplían con las siguientes funciones: 1- De Escombrera (Ir sacando el producto de la excavación), 2- Para Desbarre (Limpieza del sedimento arrastrado por el agua) y 3- Múltiples accesos al túnel principal (En el caso de derrumbes ocasionales para su reparación). También se hace referencia a la función de aliviadores (del exceso de agua para evitar el derrumbe de la cavidad), pero este no sería el caso en los sistemas que hemos estudiado, ya que tenían compuertas en su boca-toma; amen de no dar la pendiente de estos conductos para tal función.

ASPECTOS GENERALES

El túnel del Chateau, hace mención a un extenso pasadizo cavado en la barranca de la rivera Sur del Río Suquía, entre el actual puente 15 y el Barrio privado conocido como Costa Verde. Junto al Túnel de la ULA, conformaba un complejo subterráneo que se extendía, en forma discontinua, por casi 1 Km, desde el sitio del puente mencionado hasta casi la desembocadura del Arroyo del Infiernillo. Es el 1º tramo de este extenso túnel, vale decir los primeros 500 metros, lo que describiremos a continuación.

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Fotos: Examinando las paredes donde se observan las marcas de herramientas, sitios donde hubo ganchos para colgar faroles y huecos para contener velas (Arriba y abajo a la izquierda). Encrucijada entre el túnel principal y uno de los túneles secundarios (abajo a la derecha).

A diferencia de otros túneles ribereños (Como el túnel del Molino de Roqué o el de Rivera Indarte), el túnel del Chateau tiene algunas particularidades atípicas: Los túneles secundarios, emergen desde la barranca a varios metros de altura, lo que les impide servir de acceso al túnel principal (Solo pudieron servir de escombreras) y se ha imaginado su uso como puestos de vigilancia. Aparte, en un sector de este túnel principal, se desprende un segundo túnel que, en vez de buscar la salida de la barranca hacia el río (Como lo hacen los túneles secundarios), se interna en lo profundo de esta, terminando en una especie de cámara cerrada.

Estas particularidades, sumadas a la falta de documentación, han dado origen a múltiples teorías disimiles sobre la función y el origen de estos túneles y a mas de una leyenda. Se los ha atribuido a los pueblos originarios, a los jesuitas y hasta un historiador afirmó que fue un proyecto de Obras Sanitarias de la Nación del siglo pasado. Lo cierto que son obras hidráulicas del siglo XIX y hemos descubierto documentación inédita que prueba esto.

Para comprender esta obra, debemos entenderla como un proyecto inconcluso y en el contexto de la topografía de una vasta zona circundante al túnel.

MORFOLOGÍA Y MENSURA

Dijimos que este túnel se extendía en forma discontinua, ya que su trayecto se ve interrumpido por antiguos aguaduchos que conducían las aguas pluviales de los altos hacia el río. Algunos tramos han desaparecidos y otros están actualmente sepultados. Pero el 1º tramo, desde la boca de entrada hasta casi 1/2 Km se encuentra prácticamente intacto, salvo en el sector medio, donde un derrumbe de barranca se llevo el techo y la pared este de 50 metros de túnel, que luego comentaremos.

TUNEL CHATEAU (1)

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Planos: Topografía del túnel realizada por el GST en 2012 (Izquierda) y corte del túnel, dibujo del CEC en 1992 (derecha).

El ingreso se realiza prácticamente en el punto donde nacía el túnel. Un primer derrumbe le robo algunos metros y le greda fruto del colapso colmató la entrada del túnel; por lo que se empieza la travesía agachado, pero a los pocos metros ya se está caminando erguido y cómodamente. Las dimensiones del túnel son variables, pero conserva un ancho promedio de 1,5 metros y una altura, también promedio, de 1,8 metros. Si bien hay que pasar por algunos puntos bastante bajos, se compensa con sectores en donde la altura supera ampliamente los 2 metros.

Transitando por el túnel principal, de Norte a Sur, nos encontramos con 2 túneles secundarios, a la izquierda. El 1º a los 70 metros de la boca de entrada y el 2º tras recorrer una distancia similar. El 1º es ligeramente más angosto que el túnel principal, pero de igual altura que este último. Tiene una longitud de unos 30 metros y presentan una leve pendiente ascendente hacia el exterior. Al final del mismo nos encontramos con una vista panorámica del río y sus alrededores. Estos túneles 2º le aportan una buena ventilación al túnel principal, lo que hace de este peculiar paseo subterráneo una experiencia agradable (Claro está, siempre y cuando no se sufra de claustrofobia).

Cuando ya hemos recorrido unos 150 metros, nos encontramos con el 2º túnel secundario a la izquierda (Que por desaparición de parte de la barranca, ha quedado reducido a una simple abertura), pero también existe otro pasadizo a la derecha del mismo ancho. En este punto se produce una verdadera encrucijada donde se enfrentan entre sí 4 bocas de túnel. El túnel de la derecha conduce a una cámara cuasi redonda y cerrada, de más de 3 metros de altura. Este fue uno de los puntos que más nos costó resolver en cuanto a su finalidad. Y es una de las peculiaridades de esta obra que contribuyó a generar variadas historias sobre la misma.

Nuestra hipótesis es que se comenzó a excavar un acceso al túnel principal, ya que las escombreras (túneles secundarios) no servían de acceso por la altura a la que se encontraban. Era necesario contar con accesos al túnel mas allá de sus bocas de entrada y salida para intervenir en el caso de derrumbes.

Unos metros más delante de la encrucijada, la desaparición de la barranca comentada, también se robo el techo y la pared este de unos 50 metros de túnel. Esto cierra el paso de salida de este tramo de túnel, por lo que hay que salir arrastrándose y luego caminar, al aire libre, por una suerte de cornisa pegada a la barranca, hasta que vuelve a aparecer la boca de túnel principal, y proseguir la marcha bajo tierra.

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Fotos: La vida en el interior del túnel. Una zarigüella momificada naturalmente (izquierda) y una araña despigmentada por la ausencia de luz (derecha)

La segunda parte del túnel principal, tiene 3 túneles secundarios, siempre equidistantes entre sí y con un periodo de aparición cada 70 metros. El 1º túnel secundario está tapado por un derrumbe y el 3º intencionalmente, por abocar ya en propiedad privada (En el barrio privado mencionado al principio). El 2º es el único que aboca al exterior. En este tramo se encuentra la parte mejor conservada y la única con las dimensiones originales, en un sector donde el loess (La tierra de barranca) se cambia por una tosca de extrema dureza. Esta constitución geológica es la que ha permitido la conservación óptima de este tramo. Este termina casi abruptamente en un aguaducho que corta el perfil de barranca, tras el cual se forma un bajo, hoy ocupado por la propiedad privada mencionada.

CONCLUSIONES

Este túnel es uno de los proyectos subterráneos, para su época, más ambicioso realizado en nuestra ciudad. Es una joya única de la ingeniería antigua y del esfuerzo humano. Hace unos 20 años se presentó un proyecto del CEC (Centro Espeleológico Córdoba) para salvaguardarlo. Lamentablemente no prosperó. Corre a su favor, que el mismo se extiende por un área natural protegida, pero esto no es suficiente. Por un lado hay que garantizar que esta zona quede libre de cualquier emprendimiento inmobiliario que destruya esta reserva natural y el verdadero yacimiento arqueológico que contiene. Por otra parte, si se garantiza la no destrucción de este espacio, no implica que la acción del tiempo tarde o temprano no lo haga. Por esto es necesario, cerrar este túnel, para evitar su deterioro, para luego acondicionarlo y proyectarlo como atractivo histórico y turístico. (Existe un tramo que puede acondicionarse para visita sin representar riesgo para las personas). Hay pocas obras de este tipo hoy en pie, y no podemos darnos el lujo de perder un espacio fascinante desde varios puntos de vista.

Recorra la 1º parte del túnel del Chateau Carreras:

1º Programa con la TV local sobre el trabajo de GST, aquí referido a los Túneles del Chateau:

Texto e Investigación histórica: Sergio Alejandro Tissera.

Relevamientos: 1º y 2º (28 – 08 – 2009 y 30 – 09 – 2009): Sergio A. Tissera y Martín M- González.

3º (2011): Sergio A. Tissera, Martín M. González, Ostiano Moyano y Néstor D. Dalmasso.

Copyright © 2009 – 2011 Sergio Alejandro Tissera

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TÚNEL DE LA ULA


El Túnel de la ULA es el último tramo transitable del túnel del Chateau, llegando a la ciudad. El mismo tiene un trayecto de 120 metros y corre en sentido NO-SE, en forma paralela al río Suquía a unos 30 metros del lecho de dicho río. A la mitad de su recorrido existe un túnel transversal (En sentido SO-NE) que lo conecta con el perfil de la barranca ribereña (Escombrera o túnel secundario) con una extensión de 24 metros aproximadamente, y presenta un ligero declive ascendente para evitar la salida del fluido desde el túnel principal. El ancho del túnel principal varia entre los 1,20 y 1,70 metros. La altura oscila entre 1,20 y 1,75 metros y la altura original, en base a una prospección realizada, se determino entre 1,80 a 1,90 metros.

El ingreso al mismo es por un aguaducho natural, que descarga las aguas pluviales de las zonas altas de la barranca hacia el río; y seria, desde la perspectiva hidráulica, por la boca de salida del túnel principal. Su estado de conservación es regular. No existe ningún derrumbe y solo en dos tramos está ocluido por sedimento arrastrado por las lluvias, que ingreso al mismo (Por su boca de salida y por la escombrera). El Trayecto, es rectilíneo, interrumpido solo a los 30 metros del ingreso, por una curva y contra-curva que lo desfasa 2 metros de la linea media sin modificar el mismo, donde se forma una especie de cámara de unos 2 metros de diámetro.

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Fotos: Boca de entrada (arriba izquierda), Encrucujada entre el túnel principal y el secundario (arriba derecha), Restos óseos (animal) hallados en el interior del túnel (abajo izquierda) y documentando el túnel para la TV (abajo derecha).

GEOLOGÍA

El material de las paredes se conforma de tosca calcárea, mezclada con vetas de loess compacto. No se observan vestigios del uso de ninguna herramienta que debió intervenir en el cavado, a diferencia del 1º tramo (Túnel del Chatreau) donde son visibles las marcas de pico.

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Topografía del Túnel realizada por el GST (izquierda) y su trayecto visto en una imagen satelital (derecha).

REUTILIZACIÓN DEL TÚNEL

Este túnel a partir de la cámara descrita mas arriba, presenta la característica de haber sido recavado en la porción central. En algún momento, el túnel debió llenarse de sedimento, a través de sus bocas de entrada y salida, quedando reducido su diámetro a poco menos de 1/2 metro. Para reutilizarlo se sacó el sedimento de la parte media, a fin de permitir el transito, evitando el gran trabajo que hubiera significado extraer la totalidad del mismo. Esto determinó que el túnel presente una canaleta central, de 70-80 cm de ancho, ganando en altura y permitiendo que se pudiera transitar por el mismo.

Foto 54Tunel Chateau 1942

Fotos: La porción «recavada» del túnel (izquierda). Buscadores de tesoros en el túnel en 1942 (derecha).

Una serie de testimonios recogidos, cuando no existía la ULA, nos aportó una curiosa pero lógica, explicación. En aquel momento, la zona no estaba urbanizada como en el presente y solo había un par de casas ranchos en el sector. Los lugareños denominaban al túnel como “el túnel de la muerte”. La explicación de los viejos memoriosos, era que este antiguo túnel ya abandonado, había sido elegido como guarida de una banda delictiva, la misma que lo había recavado para usarlo de escondite en el siglo pasado.

Otra hipótesis que podemos ofrecer, es que cuando se re-descubrieron estos túneles en el año 1941 (donde se pensó que eran jesuíticos); se imaginó que escondía un tesoro por lo que fue excavado en busca del mismo.

Texto e Investigación histórica: Sergio Alejandro Tissera.

Relevamientos: 1º (9 – 09 – 2009): Sergio A. Tissera.

2º (5 – 02 – 2011): Sergio A. Tissera, Ostiano Moyano y Néstro D. Dalmasso.

Copyright © 2009 – 2011 Sergio Alejandro Tissera

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Recorra el Túnel:

REPORTE DE SITUACIÓN

por Arq. Néstor Daniel Dalmasso

Hacer un reporte no es tarea fácil, lo que más cuesta es ser objetivo y preciso. Quizás el problema provenga de ver las cosas con ojos arquitectos, que no son malos ojos, ni buenos o malos, ni sabios o ignorantes, si no que son…complejos. Hemos sido enseñados en el detalle, pero más aún en la visión totalizadora, visión que en más de una oportunidad nos impide ser prácticos y razonables. El ojo del arquitecto es único y, paralelamente, es frustrante. Nos llena de impulso y de pronto, la realidad nos ancla en su habitual mezquindad. Por ello hacer un reporte, en esta tarea que nos hemos impuesto con tanta devoción y alegría, genera un entusiasmo desbordante y esperanzador, pero con la conciencia de que tal vez sólo un mínimo porcentaje del mismo,…o nada, cumpla con el objetivo de concretarse en realización. Lo haremos de todas maneras.

El TÚNEL DE LA U.L.A.

Hemos visitado prácticamente todos los túneles del amplio sistema que se arma a lo largo del Río Suquía, de norte a sur y en ambas riveras. Probablemente sea el hecho de haber estado en ellos, lo que genera ese cariño por los mismos, o los pensamientos que en su interior se generan, al recorrerlos; los motivos de su construcción, que no siempre han sido los mismos; quiénes fueron los que los cavaron, qué mente técnica los guiaba, con qué elementos contaban, qué pensaban mientras ganaban lentamente las entrañas del terreno, e incluso, si alguno de esos obreros habrá imaginado que cien años después otros se harían esas extrañas preguntas sobre ellos. Es casi seguro que muchos, preferentemente quienes han sido designados para velar por nuestro patrimonio, no los verán con estos ojos, ni tendrán estos pensamientos que definirán como “diletantes”, claro hay ciertos valores que deben tener las cosas para ser protegidas, o mejor dicho cierto “valor” que las hace importantes y por lo tanto, custodiables. Un hueco en la tierra no parece tener demasiado valor pecuniario, salvo que de él emane petróleo, gas o, incluso, agua. Son los valores intangibles los más difíciles de evaluar, porque dependen, en cierto grado, del valor emocional que uno les imponga. En nuestro caso, esos túneles tienen todo el valor y todos los valores: la memoria, el respeto por quienes los cavaron, el misterio que encierran, o el cómo se degradan día a día por causa de una simple lluvia, entre otros más, que con no mucho esfuerzo podríamos ir agregando a la lista. Hoy en día, y tal vez siempre, el parámetro es el dinero. Dinero para recuperarlos, dinero para resguardarlos, dinero para mantenerlos y dinero para cuidarlos. Hoy en día se habla de la “teoría de la autosustentación”, que en lengua criolla podría traducirse como: “si eso no produce dinero para cuidarse a si mismo, entonces ni nos preocupemos”. Desde luego que la auto-sustentación exige, en algunos casos, algo de imaginación. Los túneles de Córdoba, refiriéndonos a los túneles de Villa Rivera Indarte, del Chateau, de camino a Chacras de la Merced y de Camino a Capilla de los Remedios, conforman una suerte de recorrido, a lo largo del río, entre cuyos distintos puntos, aquellos en los cuales se encuentran los tramos de túneles, se suceden otros eventos de interés histórico: Antiguos puestos, ruinas de Molinos harineros, una Noria, etc., que si son tratados en conjunto como una “unidad” para el recorrido turístico-educativo, bien pueden generar alguna buena rentabilidad, la que sería interesante que recayera en un 100% en el mantenimiento del sistema. La inversión para el rescate de estos puntos de interés histórico-turísticos-educativos es definitivamente mínima. En el caso de los túneles se trata de mano de obra peón para recuperarlos y una mínima parte en elementos constructivos para proveer los cerramientos que impidan que se sigan deteriorando. En el caso de las diferentes ruinas, como tales podríamos decir que lo que más exigen es limpieza y un mantenimiento mínimo, un rubro para nada exigente en materia de costos. En el caso de este túnel, o tramo de túnel, al cual se puede acceder desde la Universidad Libre del Ambiente (U.L.A.), de allí su nombre, se trata de un importante excavación de alrededor de unos 100 metros de longitud que tiene en su haber alguna historia oscura del tipo que relatan los más viejos. Reducto de una banda de facinerosos; que se lo llamaba el “túnel de la muerte”; o al decir reciente de un guardia de las instalaciones de la universidad, que se sienten sonidos aterradores en la noche. El hecho concreto es que está abandonado a la buena de Dios, a pesar de estar protegido, junto al resto del sistema de túneles, por una ordenanza de “Interés público” (definiremos esto más adelante)

El túnel de la ULA, entonces, es el último tramo transitable del túnel del Chateau y podemos acceder a él de manera absolutamente franca. Durante nuestra visita a su interior pudimos observar una serie de detalles importantes.

1. El túnel no tiene sus dimensiones naturales, si no que con el correr de los años ha venido acumulando en su interior tierra de origen aluvional que ha ido elevando su nivel de piso, reduciendo su altura de manera variada a lo largo de su recorrido. 2. Actualmente esta tierra sigue ingresando por la escombrera lateral que posee, por la boca de entrada y con anterioridad desde el fondo del mismo, que hoy se encuentra totalmente obturado. 3. Tiene la particularidad de que en algún momento de su historia, ese estamento de tierra ajena al mismo fue recavada, generando un canal central que puede apreciarse en las imágenes del sitio. Se desconoce quién llevó a cavo ese trabajo, pero el mismo se observa en toda la longitud del túnel. 4. Al carecer de aberturas francas en sus laterales, el interior del túnel es altamente húmedo, generando una sensación de ahogo e incomodidad. 5. Pudimos observar la presencia, en algún momento del día y habitualmente, de animales, posiblemente aves por las heces que observamos. Pensamos que nocturnas, ya que en el momento de nuestra visita (durante la mañana) el túnel se encontraba deshabitado. 6. También hallamos un enterratorio de un animal que no pudimos identificar.

A partir de esta situación actual podemos elaborar algunas hipótesis: 1. Que el túnel se encuentra en un proceso de invasión de tierra desde el exterior por el proceso de deslave de la barranca exterior en época de lluvias. 2. Es visitado por alguna suerte de animales que depositan sus heces en el interior colaborando a enrarecer el aire interior. 3. Que puede ser visitado por cualquier ciudadano que se anime a ingresar al mismo durante la noche, ya que normalmente existe custodia (interior) en la ULA. Hechas estas consideraciones, vemos que resulta necesario adoptar alguna medida para proteger el túnel de sus invasores y también para evitar que su interior pueda ser utilizado con fines diversos o alterado por causa de estas invasiones.

PROPUESTA

A tal efecto estimamos que las tareas mínimas que se deberían llevar a cabo para proteger este túnel, podrían ser las siguientes: • Conformar un convenio o equipo con profesionales de la Arquitectura y Arqueología a efectos de llevar a cabo mínimas tareas previas que descarten la posibilidad de que el proceso de recuperación genere daños en esta última área. • Profesionales de la Arquitectura deberán determinar la manera de retirar todo el material aluvional para que el túnel recupere su situación original, en su extensión y asimismo en las escombreras, • Diseñar y concretar un cierre de muy buena factura para sus bocas de ingreso, de manera que las mismas tengan las siguientes características: 1. Impidan el ingreso de personas y alimañas. 2. Impidan el ingreso del agua de lluvias y los deslaves exteriores. 3. Permitan la circulación del aire en su interior 4. Tengan la suficiente resistencia al vandalismo humano. 5. Posean un sistema de cierre que permita su apertura por personal municipal para su control esporádico (Plan de mantenimiento) o por parte de ONGs que se propongan para cooperar con el organismo municipal para un habitual y eficiente control y reporte de la situación del túnel. • Elaboración de un Plan Control y Mantenimiento para este espacio. • Elaboración de una Ordenanza o Decreto Municipal a efectos de determinar el uso del mismo de acuerdo a las normativas vigentes (Plan de Manejo).

Estas sugerencias, si bien se especulan para este túnel en particular, son aplicables al resto del sistema de túneles del Río Suquía, en vista a su sistematización dentro del marco de protección que poseen por haber sido catalogados de Interés Municipal a raíz de la oportuna y eficaz presentación realizada tiempo atrás por el Centro Espeleológico Córdoba.

Arq. Néstor D. Dalmasso, Córdoba, 02/03/2011, Grupo SpeleoTúnel  

1º Relevamiento de los túneles, realizado por el CEC.

10 comentarios en “LOS TÚNELES DEL CHATEAU CARRERAS

  1. Los conocí en 1972 , tenia 12 años y entramos con 4 amigos por la boca mas cercana al puente 15 sin linternas ni nada solo veíamos que había una luz mas adelante así llegamos a la primera boca, pero decidimos seguir , en la segunda boca no podíamos salir porque esta a mucha altura del rio nos terminamos descolgando en la tercer boca donde había calculo unos 4 metros de altura a la orilla del rio….

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  2. LOS CONOCI EN EL AÑO 1940= EN ADELANTE = Soliamos ir de picnic a la orilla del rio justo en frente a la barranca en cuya ladera se observavan varias aberturas, = la curiocidad nos llevo a visitar unos de los tuneles.- recuerdo que abajo de unos de ellos una depresion del terreno que formaba como una fuente en donde crecia gran cantidad de berro que recogiamos para nuestra ensalada.-

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  3. Hola.
    Ante todo quiero felicitarlos por la tarea.
    En referencia a los túneles, tengo la fortuna de haberme criado en barrio Quebrada de las Rosas, el cuál se encuentra en las inmediaciones.
    Desde niño, tal vez 8 o 10 años recorrí innumerables veces con mis amigos del barrio todos estos túneles desde el ULA hasta el que desemboca en el puente 15. Existía, antes del country Costa Verde, un camino y una escalera de hormigón para descender hasta la márgen del río desde dónde se accedía a todas las cuevas. También en la ribera estaba la bomba de agua para abastecer al barrio la Quebrada y un vaso para cruzar el río

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  4. Felicitaciones por el trabajo, ayer entré al tramo del puente 15, la primera vez que entré fue en en 1970 más o menos, pero desde el 2000 que no iba. Se ha desmoronado una buena parte y sigue depositándose sedimento. Creo que nunca transportaron realmente agua. Fue una obra mal pensada.

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      1. Me alegra mucho esto que me respondés, por fin se va a develar el misterio. En los años 70 yo, niño, recorría los túneles en las márgenes del Suquía cerca del actual puente Turín. Pero aparentemente hubo un par que nunca conocí, por ejemplo los de Warlcalde. En el tramo «Puente 15 – Puente Turín» en lo que ustedes llaman «La bóveda» yo siempre creí ver un intento abortado de llegar a la superficie de una manera casi vertical. Además, les cuento que antes de ayer estuve en ese tramo, la boca de ingreso (cerca del puente 15) ha quedado dentro del que será el futuro parque «Gobernador Bustos» y por ello se ha desmontado toda la zona, esto provoca que las escorrentías arrastren gran cantidad de barro y sedimento hacia el interior del túnel, dejando el ingreso con una altura no mayor a 07,mts. La primera escombrera está ocluida totalmente, en tanto que la segunda está más grande pues su boca se ha desmoronado junto con una parte de la barranca, esto hace que ahora se pueda acceder a ella desde la margen del río. Felicitaciones por su labor y puedo colaborar con ustedes en la difusión si lo necesitan.

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  5. ingresé allí en el año 1976. Nos llevaron los Curas del Instituto Villada. Fuímos un fin de semana y una de las actividades fue ir a las cuevas. Ingresamos con linternas y los sacerdotes que nos guiaron nos dijeron que fueron utilizados durante algún tiempo por los seminaristas que muchos de ellos iban con velas o antorchas y allí encontraban un espacio para estudiar en tranquilidad. Algo no me cierra de esto pero cuento lo que nos decían. Volvimos en 1981 en un retiro espiritual y nos alojamos esta vez en el Domingo Savio. También fue durante un fin de semana.

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